Ya no puedo más. ¿Qué puedo hacer?
Solemos decir, hay días y días… y llega el momento en el que dices: “ya no puedo más”
Todos
nosotros hemos vivido esos días en los que no sabemos no podemos salir de la cama
para ir a trabajar, no podemos ni levantarnos, vestirnos es una odisea, nos da
igual que ponernos, simplemente nos vestimos como robots y salimos a cumplir
con nuestras responsabilidades.
Nuestra
mente y cuerpo tienen mecanismos de defensa que nos permiten esconder nuestros
problemas, heridas y debilidades mediante una férrea coraza donde aparentar
sencillamente, “que no ocurre nada”.
Ponemos
el “piloto automático” y funcionamos con más o menos eficacia a lo largo de las
semanas e incluso los meses. Pero llegará.
Y sin
previo aviso, llega ese instante en que aparece el verdadero problema y nuestro
cuerpo deja de reaccionar.
Perdemos las fuerzas y la debilidad nos impide
ponernos en pie.
Esta vez nuestro cerebro ya es incapaz de aportarnos
ese sedante suave donde se disimulan los problemas. En esa ocasión abre las
ventanas y deja emerger todo lo que hay escondido.
¿Cómo podemos
superar esos días en los que “ya no podemos más”?
Hay
muchas razones detrás, las más comunes son las asociadas a un alto nivel de
estrés y ansiedad.
Porque
aunque el estrés en nuestro organismo tiene la finalidad de ponernos en alerta,
esta situación no podremos soportarla mucho tiempo. El cortisol irá
haciendo ligeros cambios en nuestro cuerpo como elevar la tensión o acelerar
nuestro corazón, que poco a poco nos dañarán por dentro.
Lo mismo
ocurre con cualquier problema afectivo. Puede que tengamos un problema con
nuestras parejas o que hayas perdido a alguien y aún no hayas tenido
tiempo de afrontarlo.
Hay personas que prefieren volver a su vida normal sin
haber experimentado el duelo. Es mejor no pensar, se dicen. Hasta que
acaba llegando ese momento en que ya no pueden, en que caen, en que algo
les bloquea y les impide funcionar.
Esconder una realidad no puede traernos más que
problemas a largo plazo. Hay que tenerlo en cuenta sobre todo si estamos
agotados y no sabemos afrontar esos no puedo más.
Debemos permitirnos el don de escucharnos a nosotros
mismos porque nadie puede aparentar estar enteramente siempre y
atender todo eso que acontece en tu interior.
Cómo puedo superar el “ya no puedo más”…
Aprender a gestionar el estrés, a establecer prioridades y asumir todo acontecimiento
afectivo o emocional que se suceda en nuestras vidas, sin desplazarlo.
Pero cuando experimentes esta sensación amenazante que
nos quita el aire con su hoy no podrás salir de casa y enfrentarte a tu
vida, esos no puedo más, activa estos mecanismos:
1. No te obligues
Si tu cuerpo y tu mente te indican que no vas a
poder, escúchate y no fuerces lo inevitable.
Si te inclinas por hacer el esfuerzo, coger el coche e
ir a trabajar, lo más probable es que tu cuerpo reaccione con mareos y vómitos.
Ha llegado el momento de obedecer y quedarte quieto/a. Es el momento de
afrontar algo y de pensar en ti.
2. Tu primero
A partir de ahora, tú vas a ser la prioridad en tu
lista de obligaciones. Ha llegado el momento de aprender a escucharte y entenderte,
lo mereces y necesitas hacerlo. Necesitas tiempo para ti.
Averigua qué ha desencadenado ese estado en el que te
encuentras.
¿Es el trabajo? ¿Es alguien de tu círculo afectivo?
¿Ocurre algo contigo mismo/a? Analízalo con calma.
Piensa en cómo te sientes y expresa tus sentimientos.
Si necesitas llorar llora, si necesitas enfadarte, enfádate. El desahogo es
esencial para después, iniciar el cambio.
3. Busca soluciones
Cuando hayas entendido qué origina tu estado, con
calma, piensa en posibles soluciones. Piensa en cómo deseas sentirte de verdad
y qué deberías hacer para conseguirlo.
Piensa en objetivos asumibles. “Deseo estar tranquilo, llegar a casa y no
pensar en nada más que en mi familia. Entonces, ¿hace falta que siga teniendo
las mismas responsabilidades en el trabajo?” “Deseo dejar de preocuparme, ser
yo misma y recuperar mi autoestima. Entonces, ¿no sería mejor que dejara a mi
actual pareja que tan infeliz me hace?”. Vale la pena que hagamos estos
razonamientos.
4. Tomar decisiones
Una vez esclarecido a qué se debe nuestro estado, y
conociendo cuales pueden ser los pasos para mejorar, es el momento de tomar
decisiones. En ocasiones, dependiendo del problema en sí, hará falta tomar
actuaciones drásticas. En otros casos, podemos ir poco a poco para ir cogiendo
confianza y seguridad.
Convéncete a ti mismo de que todo en esta vida tiene
solución.
Piensa que lo más importante es tu felicidad, tu
tranquilidad, el despertarte cada mañana con una sonrisa y no con miedo a los
no puedo más. Nadie debería llegar a este estado. Tienes todo el derecho a ser
feliz y sin duda lo mereces.
Y recuerda, si no
puedes hacerlo por ti mismo/a, siempre puedes solicitar un poquito de ayuda
profesional.
Siempre hay que pensar que todo tiene solución. Sumado a la voluntad de querer salir del bache. Saludos!
ResponderEliminar